La atención a los clientes en los centros de estética
Hoy día la tecnología estética ha avanzado tanto que nos permite ser cada vez más eficaces al aplicar tratamientos. Cuando los clientes cruzan la puerta de un centro de belleza, entran con unas expectativas que, en la inmensa mayoría de los casos, se pueden satisfacer si se cuenta con una aparatología estética avanzada. Por ello, los profesionales esteticistas pueden sentirse realizados, ya que su trabajo tiene mucho sentido: son capaces de optimizar la calidad de vida de las personas ayudándoles a mejorar por dentro y por fuera.
Las personas en los centros de estética buscan sentirse arropadas, escuchadas, mimadas. Necesitan salir de allí con una sensación de seguridad en sí mismas y un optimismo que les aporte esa pequeña dosis de felicidad que tan bien les puede ir en su día a día. Entran buscando una asesoría que les dé los mejores consejos y apoyo para mejorar su belleza exterior y también su autoestima. De este modo, deben sentir que estamos de su lado y que haremos todo lo posible para que obtengan lo mejor de sí mismos. Debemos saber transmitirles que nos apasiona lo que hacemos y que su bienestar es nuestra principal prioridad.
En la actualidad podemos contar con un elevado número de técnicas, herramientas y aparatos estéticos para cuidar y mimar a nuestra clientela. Solo tenemos que dar con la fórmula perfecta, así como llegar a la excelencia en el trato personal para que se sientan como en casa.
No es fácil conseguir que las personas depositen en nosotros este nivel de confianza. En este sentido, dependerá mucho de las expectativas que tenga la persona antes de entrar en nuestro centro, y que seamos capaces de entender aquello que necesita y cómo podemos ayudarle. Por último, para que todo ello encaje a la perfección, el cliente tiene que ver cumplidas sus expectativas al finalizar cada tratamiento. Es decir, si conseguimos que las personas se sientan altamente satisfechas con los servicios y trato que ofrecemos en nuestro centro de estética, habremos cumplido los objetivos marcados y tendremos un cliente de por vida.
Pero no solo eso, la publicidad que nos pueda hacer esa persona es extremadamente valiosa, y no podemos dejar escapar esa gran oportunidad que nos da cada cliente potencial que entra en nuestro centro. Con su voto de confianza está ofreciendo a nuestro centro de estética la oportunidad de crecer. Todo esto requiere compromiso y dedicación personal, además de mucha práctica, experiencia y formación.
¿Te atreves a dar lo mejor de ti para mejorar la vida de las personas?
Gracias por estas aportaciones.